¿Por qué Palestina?



Intentando ordenar mis ideas para continuar con todo lo que tengo que contaros, pensé que sería buena idea empezar por el principio y explicar por qué y para qué fui a Palestina.

Desde hace tiempo soy afiliada a Comisiones Obreras y he sido también delegada en mi centro. En la sede de CCOO Barcelona he tenido la suerte de conocer a muchísima gente interesante, entre los que se encuentran Michela, Ghassan y Tere. Conocí a Michela cuando nos unimos a una recogida de medicamentos para Gaza que realizaba la Fundació Pau i Solidaritat donde ella trabaja. Todo encaja, aquello fue mi punto de inflexión con el tema palestino. Sinceramente siempre evité posicionarme del todo porque no tenía suficiente información (como la mayoría) y me daba miedo no ser objetiva. Ahora algunas personas me reprochan que no lo soy. Cierto. Una no puede ser objetiva o neutral cuando dispone de la información suficiente. Ser neutral, desde mi punto de vista, no es humano. Lo humano es posicionarse y actuar.

A través de Michela conocí a Ghassan Saliba, responsable de Cohesión social de CCOO. Con él y la Asociación Sonrisas, con la que colaboro desde hace un año, organizamos una recogida de juguetes y material escolar en navidad que tuvo bastante éxito. Así, un día, a través de mi buena amiga Carmen llegó a mis manos la publicidad de una Brigada Solidaria que organizaba la Fundació Pau i Solidaritat i l'Associació Catalana per la Pau (ACP) que tienen su sede en el mismo edificio de CCOO Barcelona. Ghassan me acompañó a conocer a Tere de ACP y después de hablar con ella tuve claro que quería formar parte de la Brigada a Palestina. Los motivos son obvios. Mi amor por viajar y por la lengua árabe y mi interés por el mundo árabe y musulmán.

¿Y esto de viaje solidario se me ocurre ahora? Pues no, la verdad es que he tenido este sueño desde siempre. Desde que en el colegio las monjas me enseñaron lo que es la solidaridad y cuánta gente en el mundo necesita de ella. Parece una tontería, pero así es. Siempre ha rondado esa idea en mi cabeza, pero nunca fue el momento, hasta ahora.

Y así me encuentro ahora orgullosa de poder relatar mi viaje y compartir mi experiencia. El objetivo de la brigada era hacer que se conozca el trabajo de la ACP i FPS con organizaciones locales en Palestina. En este caso nuestra misión era acercarnos a los proyectos que la ACP tiene con PFU (Palestinian Farmers Union) y Sunflower Association, grabar, fotografiar los proyectos y la importancia de estos en la vida de los palestinos. Pero es evidente que no puedes ir a visitar un proyecto y volver. Los palestinos te abren sus brazos, sus casas, sus vidas y te muestran su día a día y eso es lo más importante de este viaje, lo que más me ha marcado, lo que se ha grabado en mi mente y en mi corazón.

Antes del viaje nos reunimos varias veces para conocer el grupo que íbamos a formar y para tener unas nociones sobre los proyectos. El grupo estaba formado por 6 personas que no nos conocíamos de antes. Somos 6 personas totalmente diferentes, con nuestros trabajos, estudios, intereses particulares pero con un interés común: Palestina, territorio del que he sabido desde que tengo uso de razón que vive en conflicto y ocupación. Tierra de la que me hablaron en las clases de religión y en las noticias. Hogar de algunos amigos que se refieren a ella con tristeza y nostalgia. País del que hablamos mucho y sabemos poco.

Mis compañeras y compañeros de viaje Núria, Alfons, Txell, Carlos y Mei, mis nuevos amigos, con los que he vivido momentos emocionantes, he compartido risas y lágrimas, tensión, relax, complicidad, secretos, travesuras y con los que espero seguir compartiendo proyectos. Los séis, con los nervios a flor de piel y la incertidumbre de lo desconocido nos reunimos en el aeropuerto el día 1 de agosto para emprender nuestra aventura.

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