LIBERTAD PARA SALAH #FreeSalah

En agosto de 2015 conocí a Salah Khawaja, activista y defensor de los derechos humanos en Palestina, cara visible del movimiento BDS y stopthewall y representante político en Palestina.

En aquella visita, Salah nos subió en un autobús y nos mostró parte de la ocupación en Palestina. Con él visitamos la ciudad ocupada de Hebrón. Barrios en los que ya no hay vida, porque forman parte de perímetros de seguridad de asentamientos ilegales de colonos israelíes. Casas tapiadas, negocios cerrados, una ciudad saqueada por el sionismo. Una mezquita (la de Abraham) dividida en dos partes, una para los judíos otra para musulmanes y cristianos. En la entrada de ésta última, un check point controlado por soldados israelíes que te piden tu documentación, te preguntan, te intimidan y finalmente, te permiten o no la entrada. 

Campamento de Susiya

En el camino, fuimos conscientes de lo que nos rodeaba. Si viajas en "tu mundo" sólo ves campos y lo que parecen barracas de campesinos. Pero, cuando alguien te explica lo que estás viendo, todo cambia. Lo que ves a los lados de la carretera son campamentos de palestinos que han sido expulsados de sus pueblos, de sus casas, obligados a vivir en casas prefabricadas que les dona la comunidad internacional. Estas casas también son destruidas por Israel, y entonces viven en tiendas de campaña, que son más fáciles de conseguir y de mover de un lado a otro cuando son expulsados una y otra vez de su tierra por el ejército de ocupación de Israel. El caso de Sousiya es uno de los ejemplos más conocidos. Un pueblo que fue expropiado a sus habitantes y en el que ahora viven colonos israelíes. Los habitantes de Sousiya recibieron de la ONU unas casas prefabricadas en las cuales colaboró el gobierno español. Estas casas estan instaladas en el medio de la nada, en la montaña, sin agua corriente ni luz. Sin acceso a transporte, ni a servicios básicos. Pero esto no es lo peor, lo peor es que sus habitantes viven haciendo guardia por la noche para que no vengan los israelíes con las máquinas a derribar las casas con ellos dentro, como ya ha ocurrido en alguna ocasión. Aquel día también visitamos Belén, en donde caminas por una calle y de repente te chocas con el muro, o donde puedes visitar casas de gente con el muro en el jardín.
Soldados israelies en todas las calles de Hebróń

Salah, como hace siempre que tiene ocasión, nos mostró qué es la ocupación, en que situación se vive en Palestina. Mientras esperábamos para entrar a la mezquita de Abraham, por el lado musulman, evidentemente, ya que por el lado judío no nos lo permitían,  veíamos como los palestinos de la ciudad debían pasar por alambradas de pinchos y controles militares para acceder a sus casas. Mientras Salah nos contaba sus vivencias. Nos relató con esa gran sonrisa que caracteriza a los palestinos, como ha sido detenido y encarcelado en varias ocasiones y como ha sido torturado hasta perder el sentido. Mientras nos hablaba no podíamos contener nuestras lágrimas, pero él sonreía y orgulloso concluía que había que luchar por la libertad de su pueblo, contra la injusticia de la ocupación.

Hebrón. Agosto 2015

Ahora más que nunca retumban en mi cabeza sus palabras, tengo la imagen de esa sonrisa suya, de esa fuerza. Ahora, Salah vuelve a estar detenido por Israel, encarcelado ilegalmente sin derecho a defenderse ni a comunicarse con los suyos. Me temo que pueda estar sufriendo aquellas torturas que nos explicó, que te ponían la piel de gallina y te retorcían el alma. Para los que no conozcáis mucho el tema podéis estar pensando algo habrá hecho... Sí, ser palestino, luchador y defensor de los derechos humanos. En un territorio ocupado como Palestina, sus habitantes no tienen derechos ante el ocupante, porque éste se pasa por el forro todos los tratados internacionales. En Israel las detenciones administrativas pueden prorrogarse hasta un año, sin cargos, sin pasar por un juez, sin tener derecho a comunicar con tu abogado o tu familia, sin información para la familia. Los detenidos son encerrados en cárceles militares sin ningún tipo de control externo y sin ningún respeto por los derechos humanos. Esto no me lo he inventado yo, lo dicen organismos y organizaciones internacionales. Es un hecho. En Israel no importa si eres un anciano, un niño o una mujer embarazada, todo vale para amedrentar, y pisotear a los palestinos. A pesar de que todo esto se sabe, los gobiernos de nuestros países, de los países "civilizados" no hacen nada contra esta ocupación ilegal, al contrario, reconocen al estado de Israel como un estado democrático con el que hacer tratos y con el que es mejor estar en paz. Mientras los palestinos sufren desde hace 60 años.

Con esta publicación sólo pretendo, como siempre, hacer aquello que me pidieron los palestinos, compartir lo que sé, lo que vi. Que sus voces lleguen hasta donde sea posible. Que su sufrimiento no se quede en el olvido. Hoy escribo por todos ellos y en particular por Salah Khawaja, que fue detenido ilegalmente por el régimen de ocupación israelí, por el mero hecho de defender los derechos de su pueblo. Por alzar la voz, por sonreir, por existir, por resistir.

Nota posterior: Salah fue puesto en libertad (en una libertad siempre vigilada por el ejército israelí).

Os pido una cosa: compartid, entrad en los enlaces web que hay abajo y colaborad, para pedir a nuestros gobiernos que hagan algo. Para gritar a Israel: LIBERTAD PARA LOS PALESTINOS. . #FreePalestine 


Salah Khawaja conducido por soldados israelíes. Foto tomada de fb: jehad abu raya. 7 noviembre 2016



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